domingo, 8 de junio de 2014

Tu monarquía insulta nuestra inteligencia


Tantas cosas que se dicen, tantas cosas que se oyen, que se suponen, que se inventan, que se ocultan, que se ningunean o que se ridiculizan… pero al final, todas estamos hablando de la República, la monarquía, los Borbones y el referéndum. Ha golpeado fuerte. Y, como es obvio, porque me toca la vena sensible, yo también quiero expresarme.

Yo he de decir que este tema me parece algo secundario. Secundario si lo comparamos con otros temas como es el hecho de que haya menores que no tengan comida y estén acudiendo a comedores sociales; que haya personas de la tercera edad sin acceso a sus medicamentos; o que haya todo tipo de personas entre ambas generaciones con vidas poco dignas ya sea porque les han engañado y les han echado de sus casas, porque no pueden ser independientes o porque están explotados cual esclavos… AHORA, para todas las personas que utilizan ese argumento para desvirtuar y menospreciar el movimiento antimonárquico que se ha impulsado tras la abdicación del – esperemos último - Borbón, deciros que estáis muy lejos de lo que yo considero mi realidad. Y esa realidad es que una monarquía es un insulto, un escupitajo a la cara o un trato de “tienes 4 años y no tienes ni idea así que haz lo que yo te diga porque esta es mi casa y estas son mis normas” para cualquier persona que tenga dos dedos de mente democrática.

¿Qué clase de persona con algún conocimiento sobre democracia podría aceptar un régimen faraónico? ¿Qué clase de demócratas aceptan la supremacía de la sangre por pertenecer a una familia – que por cierto, tanto follar entre ellos algo tontos sí que se han quedado – o aceptan que haya un individuo por encima de la ley? Esa misma ley que nos está puteando a todas ahora mismo y, que en el caso de que decidiera saltársela, seríamos otra vez los súbditos y súbditas – que lamentable tener que usar esa palabra para describirnos – los que pagaríamos por sus actos…


                   Simpático Holgazán, de Ska-P (esta canción de fondo es la banda sonora perfecta)

Sólo por eso, para cualquier persona que crea en la democracia, por el insulto a nuestra libertad y a nuestros derechos, no hay más que discutir: fuera la monarquía. Y no hay que dejar pasar esta oportunidad. Los Borbones fuera sin ningún tipo de excusa. Porque excusas se sacan de todos lados.

En este artículo que no llegué a terminar de leer el otro día, hablaba de los argumentos a favor de la monarquía que decían cosas tipo:

El Presidente de la República es una figura ideológica, de derechas o de izquierdas. En este sentido, el monarca es neutro…” Me da la sensación de que la frase cojea por todos lados.

Decir que el monarca es neutro me sorprende – por decirlo suavemente. El rey es uno más de la oligarquía dominante. Nunca será neutro. Siempre tenderá a ser conservador porque querrá mantener su puesto de privilegio. Siempre utilizará sus hilos para quedarse donde está y, para ello, lamerá el culo a todo lobby viviente que sea necesario. Con lo cual, de neutro poco. Si nos situamos en el contexto actual histórico, el rey será Neoliberal como poco.
Y, es cierto que creo que, en el panorama actual, un presidente de la república sería más o menos lo mismo. Tendría de izquierdas lo que quedase en su vida privada. Pero de puertas para fuera, no tendría más remedio que doblegarse a las presiones – o amoldarse cómodamente a la vida de rey durante 4 años. Pero al menos no tendríamos que sufrir la imposición eterna de “El Elegido de Dios” – me refiero al rey, por supuesto. Podrá sonar muy simple, pero para que me mal represente siempre el mismo tío impunemente prefiero poder elegir yo quién lo hace.

Por cierto, el hecho de que sea irresponsable e impune me hace dudar todavía más de esa capacidad para mantenerse neutro.

La persona que heredará la corona dedica todos sus años de educación a prepararse para ser rey. No sucede lo mismo con la persona que ocupa un puesto de Presidente de la República.
Lo único que distingue al rey de otras muchas personas que practican a diario las mismas funciones es que el rey tiene un componente de hombre florero. Presidentes, diplomáticos, magnates, relaciones públicas de grandes empresas,… Todos esos cargos realizan funciones similares que, en muchas ocasiones, son mucho más decisivas que las que realiza nuestro queridísimo monarca.
La diferencia radica, tal y como yo lo veo, es que en la educación de un rey –respecto a la que reciben los demás - añaden: “y si lo haces mal, no te preocupes. Pide un perdón así que parezca sincero y sigue sin más”

El fin del Rey no es la conservación del puesto, sino sus funciones, pues su puesto está asegurado de por vida. En cambio, el puesto del Presidente de la República es elegido democráticamente, por lo que inevitablemente algunas de sus acciones se dirigirán a la conservación del puesto y a la reelección, y no a su más óptima ejercitación.
En este punto voy a tener que decir que sí tiene algo de razón, en la segunda parte. Pero, joder, a mí no me supone ningún consuelo ni me genera ninguna confianza que sea cargo vitalicio. Hala! Manga ancha pa ti!

Este tipo de cosas genera autoritarismo y despotismo. Un presidente de la república no podría ejercer ambas cosas tan fácilmente como un rey. Un presidente de la república se debe a su electorado, cierto, pero precisamente por eso, y porque su mandato es temporal, no puede hacer lo que se le antoje. Me parece demagogia referirse a hacer lo que el electorado quiere como algo sólo hecho para conservar el puesto. Qué también sucederá, pero está trivializando los otros posibles casos en los que sus decisiones se aferren a una ideología por la que fue elegida o que estén llevadas a cabo porque así lo quiere la ciudadanía.

He entrado a rebatir este punto, omitiendo que las funciones del rey son bastante banales.

Paradójicamente, aunque no estén elegidos de manera democrática, los Reyes suelen gozar de una aceptación más amplia entre la población que los Presidente de la República.”
Por lo tanto, para el próximo Gran Hermano, deberíamos proponer a Felipe VI para que participe. Así nos aseguraremos grande índices de audiencia – dijo Paolo Vasile frotándose las manos.

El rey puede llegar a ser una figura de lobby que consiga ventajas económicas para sus empresas nacionales en otros países monárquicos, papel que un Presidente de República no podría llegar a desempeñar.
Este argumento podría tener sentido si el lobby fuera defender a sus súbditos, pero no. En el régimen de hoy en día, el lobby va a defender a los grandes capitales, al heteropatriacapitalismo y a su propio bolsillo. Además, el lobby que la ciudadanía necesita es el compuesto por la propia ciudadanía. Un presidente electo está mucho más próximo de responder a lo que los electores reclaman que un monarca que está todavía más fuera de la realidad; un monarca que ha crecido entre algodones, educado exclusivamente para ser rey, es decir, educado para ser único, diferente y superior al resto de sus vasallos. Realmente queremos que ese sea nuestro lobby? Yo no.

Asi que por todo eso, y porque realmente me parece un insulto en cada una de nuestras caras, la monarquía tiene que desaparecer. Ese escupitajo en las caras de los plebeyos que ya se han dado cuenta de que la monarquía sólo se sustenta porque nos la impusieron y, por inercia, ha estado más o menos tranquila. Menos de un 40% del electorado actual ha votado este régimen medieval. Vergonzoso que nos quieran imponer a otro Borbón más sin siquiera plantearse que tendrían que preguntarnos. Y aun así, si se dignarán a preguntarnos, lamentable me parecería que la monarquía durará un minuto más.

Por eso #ReferendumYA #Aboliciónmonarquía y #quesemetanpordondelesquepasucoronita

domingo, 11 de mayo de 2014

Su pastilla, gracias

Me estreno en este nuevo blog colectivo de la mano de una noticia que me encontré por las redes sociales hace poco más de un mes. Bajo el titular "Usted está enfermo: padece una vida normal", la entradilla prometía:

Analistas sanitarios advierten del peligro de la medicalización de la vida cotidiana, fomentada por la prescripción "innecesaria" de fármacos y la creación de enfermedades "inexistentes" para vender medicamentos.

En el artículo podemos leer afirmaciones como "la promoción de los medicamentos ya no se basa en informar sino en vender" o "Cuantos más recursos tenemos, más enfermos nos sentimos. Y estar enfermo es un negocio", mientras se hacen eco de la campaña "Que no medicalicen tu vida" que ha puesto en marcha la OCU recientemente.

Ojo, no traigo esto al blog porque esté del lado de los eternos escépticos de la medicina tradicional, que lo curan todo con terapias alternativas aunque su eficacia sea dudosa, y no vacunan a sus hijos aunque así estemos asistiendo a rebrotes de enfermedades que creíamos erradicadas. No. Pero creo que en la medicina tradicional en cuyas manos me pongo y confío, también es bueno estar alerta ante algunas prácticas, especialmente cuando no hablamos ya tanto de médicos como de la poderosa industria farmacéutica que busca el lucro antes que el bien común (otro gallo nos cantaría si contáramos con industrias farmacéuticas propias, nacionalizadas y públicas que actuasen con ética y responsabilidad).

Hablaré de un terreno que conozco bien: el de la psiquiatrización -y consiguiente medicalización- de la vida cotidiana. Por supuesto, hay muchas enfermedades mentales cuyos síntomas se alivian -y con ello el sufrimiento que estos generan- con el uso de medicamentos. Pero no sé si esto explica que, entre otros, el uso de antidepresivos se haya doblado en apenas una década, o si se debe más bien a que estamos tratando procesos dolorosos naturales, como la tristeza por el duelo tras la muerte de un familiar, o por una ruptura sentimental o -hoy más que nunca- por un despido... como enfermedades mentales que necesitan un tratamiento. Y, si lo son... estamos optando por un tratamiento farmacológico en detrimento de otras opciones psicoterapéuticas que quizá nos harian más bien (pero necesitaríamos un sistema de salud que permitiera consultas frecuentes y de mayor duración con nuestros profesionales... algo de lo que ahora el sistema de salud mental carece).

La segunda parte del artículo, aquella en la que arremete contra las pruebas diagnósticas preventivas porque son -a juicio de los profesionales consultados- un gasto excesivo, ya no me parece tan válida. De hecho, ni siquiera en mi alerta ante la sobremedicación es el derroche económico el primero de los argumentos que utilizaría, me preocupa más el estar sometiéndonos a tratamientos químicos innecesarios en vez de recurrir a alternativas más saludables, igual que me preocupa el establecer categorías de enfermo / sano sin tener en cuenta el estigma (y autoestigma) que puede conllevar para las personas esa categorización. Pero sí considero que el dinero invertido en prevención es eso, una inversión, y no hay por qué contar, como parece decir el artículo, con qué otras cosas sanitarias dejo de hacer si hago un elevado número de citologías de cuello de útero, por ejemplo. ¿Por qué no pensar que he dejado de comprar un tanque X o un caza Y a cambio de hacerlas? A mí, al menos, me compensaría...

Otro detalle en el que me fijaría sería cómo, también hablando del tema de la enfermedad mental, desde muchos profesionales de la salud y desde luego desde los poderes públicos están convirtiendo lo que deberíamos entender como problemas sociales, colectivos (como los procesos depresivos que pueden seguir a un despido, un desahucio... o la soledad en la que batallamos cada uno al haber creado una sociedad en la que la gente vive en compartimentos estancos, sin redes sociales -más allá de las virtuales, claro-, sin ese apoyo mutuo que hoy por hoy empezamos a construir, quizá tras el 15M y con referentes como los grupos de stop desahucios) en problemas -fracasos- individuales que pesan demasiado sobre unas espaldas que se doblan al cargar solos con ellos. "No encuentro trabajo porque no valgo", "me echan de mi casa porque no pago" y, en fin, toda la imaginería que nos quieren meter dentro bajo el paraguas del "he vivido por encima de mis posibilidades".

Frente a todo esto, rebelarse, informarse, tejer red, pelear. No contentarse con asentir dóciles, ni frente a unos gigantes farmacéuticos que tienen en mente ganar unos millones más antes de preocuparse realmente de nuestra salud, ni frente a un sistema que nos quiere culpabilizar por no ser capaces de aguantar el ritmo frenético de esclavos al que nos somete. No más aceptar las limitaciones de un sistema enfermo -él, sí- y vamos a construir otro que se viva mucho más en colectivo. Mira, como este blog  ;-)

viernes, 9 de mayo de 2014

La familia unida rinde culto al cuerpo unida

Esta semana he tenido la increíble suerte de haber trabajado delante de una marquesina de autobuses que me ha presentado la maravillosa idea que propone una cadena de gimnasios.
Para que sepáis de qué os hablo, aquí os dejo una fotillo:


Era un día soleado, así que la foto me salió con muchos reflejos, pero a pesar de ello, se puede apreciar bastante bien lo que aparece.
El anuncio vende una tarjeta para que toda la familia vaya al gimnasio junta. ¡Yujuuuu! El texto en pequeñito sólo hace referencia a la condición de que sólo podrán usar esa tarjeta miembros directos de la familia. Tengo la duda de qué es miembro directo y quién decide quién de mi familia es miembro directo, pero bueno, eso lo dejaré correr.

Analizando la imagen, podemos ver que en el anuncio aparece la clásica familia española: una familia que consta de personas chatas, morenas de pelo y piel, una mezcla de rasgos moriscos y gitanos y bastante bello - sobre todo facial en el rostro de los hombres.
Una familia compuesta de cuatro miembros: dos hombres y dos mujeres. Claro que sí, porque este gimnasio sí que lo peta y con un fifty-fifty demostramos que nosotros no creemos en la discriminación en función género y que eso del machismo es cosa de otras empresas.

Es por eso, por lo que la persona que más destaca es el papá. Con esa pose tan varonil, qué tanta energía transmite y tan seguros nos hace sentir. Y si no, preguntádselo a su mujer. Ya veréis. Ahí tan cómodamente apoyada en el hombre que la protege con su fuerte brazo mientras qué, con esa sonrisa tan natural y poco forzada, parece que le dice "tranquila cariño, ya verás, porque con esta tarjeta que tan naturalmente estoy sosteniendo, tú y nuestra prole también vais a poder ser un Geyper Man* con un corte de pelo tan perfectamente definido como yo. O bueno perdón, Geyper Woman en vuestro caso, porque aquí no somos machistas".

Y tiene razón, no lo son, por eso es totalmente equiparable las posturas y el espacio que ocupan los dos tíos y las dos tías en el anuncio. Y si no vale sólo con el ejemplo del papá protegiendo a la mamá mientras qué ésta se resguarda detrás de él, observen al hijo. Un hijo digno de su padre. Claro que sí. Olé. Todavía no ha madurado lo suficiente como para poder llevar un pelo tan geométricamente perfecto como su padre y su repeinamiento bieberiano todavía nos recuerda lo joven qué es. Pero eso sí, no tiene nada que envidiar la sonrisa. ¡Oh sí! ¡Cuánto transmite! ¡Qué naturalidad! Pero no voy a dejarme obnubilar por ella, que si no pierdo el hilo... ¿Por dónde iba? ¡Ah, Sí! Por las posturas. Observen como el chico, mira a la cámara orgulloso de sí mismo y se apoya fraternalmente en su hermana, sin ninguna otra intención que la ser un buen hermano. Pues claro que sí. No le está comiendo terreno. No la obligan entre él y su padre a tener que ponerse de lado para poder caber en la foto. No, no y no. Es todo súper bonito y el hecho de que los hombres ocupen 2/3 del espacio ocupado por las personas es puramente casual. Igualmente que lo es que ambas mujeres se vean integradas, abrazadas y supeditadas al espacio vital del hombre. Porque en este gimnasio somos feministas y no nos gusta perpetuar los roles.

Una vez hecho este análisis, está claro para quién va dirigido el anuncio, ¿no? Pues claro, para las familias. Pero no para cualquier familia ¿vale? Qué no se les ocurra a las familias monoparentales o homosexuales - o cualquier otro modelo que no asista al día de la familia en Colón - ir por ese gimnasio con la tarjeta porque a lo mejor descuadrarían los esquemas de los empleados y no sabrían qué hacer. ¿Cómo va a conseguir el departamento de "miembros directos" distinguirles? ¿Cómo van a saber a cuál de las dos mamás hay que mandar a pilates y a cuál a hacer máquinas? O, ¿tendrá el papá suficiente tiempo para hacer sus pesas y el aerobic que le tocaría a la mamá que está ausente? Aquí realmente hago un llamamiento: POR FAVOR FAMILIAS RARAS, NO COMPLIQUÉIS LA VIDA A LOS POBRES EMPLEADOS. La culpa no es suya ni de nadie. Es el mundo, que es así...

Pero bueno, por suerte, una vez descartada todas las familias no modélicas, podemos decir que, al menos, la gran mayoría podrán disfrutar de un servicio tan maravilloso como es esta oferta. La familia unida, rinde culto al cuerpo unida. ¡Claro que sí! Ya está bien de que sea siempre factores externos a la familia los que obsesionen a la juventud con tener un cuerpo 10. Si los anuncios de cereales o los escaparates de las tiendas de ropa pueden, ¿por qué no yo? Además, quién mejor que yo, que conozco a mi prole, va meterles pajas en la cabeza sobre cómo tienen qué cuidar cada gramo que pesan y preocuparse porque sus culos y abdominales puedan algún día ser también parte de esos escaparates. Porque, ¿para qué engañarnos?, yo quiero que mis hijos tenga el cerebro bien lavadito y, con un poco de suerte, conseguiré que mi hija baje de la talla 36 y sea la nueva modelo de Desigual(-dad) y mi hijo el nuevo Rafa Mora.

Yo lo tengo muy claro, cuando me case y tenga hijos, voy a llevarles a este gimnasio porque en la vida me he encontrado una actividad mejor. ¿Qué es eso del baloncesto o el fútbol? !Pues una puta mierda!! ¿Hacer ejercicio mientras distraen la mente de chavales y chavalas con otros valores como pueden ser el compartir y el trabajar en equipo? ¡Quita! ¡Quita!. A mis hijos que no les distraigan con paparruchas  que luego no me llegan a nada. Sin un cuerpo escultural en esta vida nadie es nada. Luego querrán formar una familia y llevarles al gimnasio y, ¿qué pasará? Pues que pesarán dos kilos de más, tendrán un michelín de más o una arruga de más... Ahora diréis: "bueno, pero eso se puede arreglar". Pero claro, eso cuando son jóvenes. Pero cuando quieran asentar la cabeza, ¿entonces qué? Ya será demasiado tarde y no podrán. Y yo no quiero ser un mal padre y condenar a mis hijos al ostracismo. Si vosotros sí, pues vergüenza debería daros. 




*El mérito de compararle con Geyper Man fue de mi jefa. Hay que reconocérselo porque a mi me hizo mucha gracia

martes, 6 de mayo de 2014

Sobre silbatos, discursos y diálogos.



Uno de los parques más importantes de Copenhague lleva el nombre de  “Fælledparken”, que en castellano, sería algo así como el parque de lo común o de lo comunitario.

Este parque es famoso porque cada año acoge la celebración del Primero de Mayo, con una celebración multitudinaria donde los grandes partidos de “izquierdas”  dan discursos y la gente se reúne alrededor de cervezas y comida.

El año pasado el 1 de Mayo llegó cuando el gobierno social demócrata había empezado a reducir impuestos para los ricos, eliminar prestaciones sociales, y, sobre todo, tras dos meses de lock-out o cierre patronal para imponer nuevas condiciones laborales a los profesores y profesoras de primaria.

En este ambiente a la izquierda no-parlamentaria danesa se le prohibió finalizar su manifestación en Fælledparken, (en teoría porque se negaban a pagar el nuevo cánon por acudir al parque, justificado como gastos de limpieza, etc.) . Sin embargo en una acción espontánea la manifestación entró en el parque y llegó hasta el escenario donde el alcalde de Copenhague no pudo terminar su discurso debido a los  abucheos de la gente.

La acción fue muy potente y muy provocadora. Nunca antes había ocurrido algo así en Dinamarca, y las caras de la gente que disfrutaba de su picnic al paso de la manifestación variaban entre el desconcierto, el apoyo o el enfado. Gritar “Social –demócratas, traidores a la clase obrera” o “ Helle es azul” (En referencia al bloque de derechas y a la primera ministra danesa, social-demócrata.) era, en sí mismo,  un acto de desobediencia atípico.

Manifestantes abuchean al alcalde Frank Jensen en 2013




Y así llegamos a 2014. La primera ministra, Helle Thorning-Schmidt, tenía programado un discurso en las celebraciones del 1º de Mayo (el año anterior no se había atrevido a aparecer) y un grupo anónimo de activistas convocó una pitada con unas semanas de antelación. Periódicos, radios y televisiones no hablaban de otra cosa: “Es anti democrático”, “No busca el diálogo”, “Es un ataque”, fueron los argumentos más repetidos. 

Finalmente las juventudes social-demócratas  se parapetaron alrededor del escenario para proteger a su líder (sí, esa que ha vendido la empresa pública de energía a Goldman Sachs, que ha reducido el presupuesto para educación y que sigue pavimentando el camino hacia una Dinamarca neoliberal). Pese a su presencia, la pitada fue monumental, aunque no se pudo apreciar ni por la televisión ni a través de los (inteligentemente) distribuidos altavoces, emitiendo a toda potencia las palabras de la primera ministra.

Protestas en el 1 de Mayo, 2014.

La acción en sí, o si fue adecuada o no, no es lo que me lleva a escribir este texto. Es la polémica que ha generado. Si la crítica más generalizada era  “¿Por qué no puede esta gente tomarse unas cervezas en  Fælledparken como todo el mundo?” O (y esto es literal) “¿Por qué se empeñan en politizar el 1 de Mayo?”. Mi pregunta es, ¿Cuándo se despolitizó? ¿Cuándo se perdió la capacidad crítica?.

Se nos acusaba a los que silbábamos o abucheábamos de no buscar el diálogo, pero ¿qué tipo de diálogo es un discurso desde un escenario  y negándose a que se produzca ninguna crítica ni reacción negativa?
 
Esta es una anécdota en una ciudad pequeña, en un país pequeño, pero creo que es exportable a otras muchas situaciones. Habla de la alarmante despolitización de nuestra sociedad y del contraste entre lo fácil que es hablar de diálogo y lo difícil que es, de hecho, dialogar.

"Estáis limitando mi libertad de expresión"

P.d.: ¡Mi primera entrada en este blog! Comentarios, críticas  y opiniones son bienvenidas, para que nosotras sí que generemos un poco de diálogo y sigamos construyendo poco a poco este espacio. (Qué nervios al darle al botón de publicar. ¡Pero ahí va!)

 

sábado, 3 de mayo de 2014

Yo más! No! Yo más! Ni pa tí ni pa mí. Los dos igual


Como primer post que escribo, estoy algo nerviosete y ningún texto es lo suficientemente bueno ni está lo suficientemente bien escrito ni nada que me convenza. Pero como con algo hay que romper el hielo, pues iré con algo fácil. Una anécdota que arrejunta varias :)

El otro día hablaba con una amiga, Katherine –por ejemplo, que ahora está viviendo en Alemania y ha sacado un tema de esos que ahora me rodean por todos lados y da gusto. Un tema de estos que mucha gente niega o lo ve como algo que es normal. Por suerte esta amiga lo llama por su nombre y lo identifica como una práctica más del patriarcado contra la que hay que luchar.

Kat está preparándose para entrevistas en dicho país. Me ha escrito para decirme que se ha quedado flipando al ver la cantidad de páginas webs que advierten que una pregunta muy frecuente a la entrevistada va encaminada a averiguar si pretende formar una familia el próximo año. Sobra decir que esta pregunta aparece en la entrevista con el condicionante de que la persona que busca el empleo sea mujer.
Aparte, esta amiga lleva ya un tiempo bastante cabreada con los alemanes. Así que no le ha hecho mucha gracia y yo he intentando que no hiciera sangre con estas personas asociando exclusivamente el machismo a los alemanes ya que tiene que pasar una temporadita en ese país. La he recordado que en España, o en su país (Estados Unidos), o en cualquier país capitalista las cosas son así. La conversación ha derivado en comentarios sobre uno y otro país en cuanto a como se trata a la mujer en el trabajo, o cómo lo ven los adolescentes en cada uno de esos países.

Antes de comentar algunas de las cosas del tema, me gustaría copiar textualmente lo que me ha escrito mi amiga de lo que le gustaría responder en la entrevista si le preguntaran eso:
“Oh! Don’t worry! I am an abortion enthusiast, i know us women have this scary thing called an uterus and we just can’t control what grows inside of us, but we can always yank em out! Ya know what I am saying”
Que, para los que no sepáis inglés, denota el mucho asco que le da la diferencia de trato según el género en el ambiente laboral y el mucho asco que le da cómo se cosifica o deshumaniza el cuerpo de la mujer.

Por introducir, Kat, estadounidense que vive en Alemania, es profesora. Tiene una de esas clases que dan gusto porque deja que la mente de los chavales vuele. Es clase de conversación en inglés en la cual ella sólo propone un tema. De vez en cuando hace comentarios y preguntas encaminadas a que tengan un pensamiento crítico y les da material. Pero nunca impone sus ideas.
El caso es que una de las cosas que me escribió fue lo mucho que le dolió y le molestó que sus chavales dijeses que estrictamente hablando, desde un punto de vista económico, es normal que se pregunten ese tipo de cosas porque podría ser perjudicial para las empresas ya que éstas perderían dinero. Yo la respondí que esa frase sería cierta al 100% si se cambiara el “económico” por “capitalista”. No me mola una mierda, pero es así de cierto. En cualquier caso yo puedo decir eso con criterio porque he estudiado economía, he estudiado la rama más capitalista de mi ingeniería y he aprendido cómo funciona este sistema ruinoso e inhumano. Por lo tanto, yo puedo salirme de la parte teórica del capitalismo y decir “esto es una mierda”. Pero si me quedé preocupado y empaticé con mi amiga por el hecho de que nuestros adolescentes van pregonando esas frases como algo que no hay que discutir o cambiar, como si fuera algo innato. Ella me decía que le dolió, y lo entiendo, porque las relaciones laborales heteropatriarcales que se ponen en práctica se ven como algo normal entre niños de colegio e instituto y son estos chavales y chavalas las que van a tener que luchar contra ello algún día. Pero el heteropatriarcapitalismo les tiene bien domesticados.

Para demostrarle a mi amiga que estos pensamientos y actos machistas no se dan sólo en Alemania le comenté algo que me dijeron hace poco. En España, el número de chavales que respondían con un “algo habrá hecho” ante situaciones de violencia física machista –refiriéndose a las mujeres maltratadas –, ¡había aumentado!
Por desgracia no he encontrado los datos que confirmen eso, pero porque no quepa duda que los jóvenes españoles somos machistas, he encontrado este otro artículo de hace pocos meses:
http://www.eldiario.es/sociedad/mujeres-victimas-violencia-genero-anos_0_204030440.html
Como se puede comprobar, no hemos ido a mejor.

Y respecto al mundo laboral, me acordaba de cómo en las últimas semanas dos amigas me han contado sus experiencias en sus inicios laborales y rápidamente se convirtieron en un argumento más para demostrar que el machismo nos invade abrumadoramente allá donde vayamos.
La primera de ellas surgió en un ambiente muy casual. Estábamos hablando de feminismos y ella se puso a relatarme su experiencia. Llamémosla María. Me contó cómo se dio cuenta al poco de entrar que sentía como todo estaba liderado por hombres, como sentía ella misma que tenía que ser supervisada o como su comunicación no funcionaba igual que la de otros compañeros leídos hombres. Lo gracioso fue como esta conversación la tuvo con una de sus mejores amigas y ella le contestó como había pasado por lo mismo y como era algo muy habitual – otra persona cercana a María se lo confirmó.
Pero si eso ya es “gracioso”, lo fue todavía más unos días después cuando otra amiga – Pepita - nos vino a las dos – María y yo - y nos empezó a contar como nota la diferencia de trato que tienen sus colegas masculinos y sus colegas femeninas, y lo muy harta que está de que se valore menos su trabajo o se dude más de él o se la dirijan a ella con menos respeto que a los tíos. Fue bestial porque moló como María tomó esta vez el papel de apoyo que comprende y la hizo ver que no está sola. Y fue bestial como Pepita se iba dando cuenta de que realmente no estaba sola y que no era que ella era peor que los demás o que era muy sensible como pensaba muchas veces. Me gustaría matizar que por escrito puede sonar como una conversación sin más, pero Pepita lo estaba pasando realmente mal y esta conversación la estaba llegando a lo más profundo del alma, de la misma manera que María habla de ello con un conocimiento de causa y un sentimiento hacia el tema muy profundo.

Para mí también fue una gran conversación. Siempre he dicho que sin los testimonios de muchas mujeres no habría llegado a pensar como pienso y saber todo lo que sé ahora. Estos dos testimonios han sido una reafirmación de ello y suponen ese combustible que me hace seguir.
Por otro lado, y haciendo un inciso, también me corroboró el valor de contarse las cosas entre personas con la misma problemática. En este caso yo le daba toda la razón, y le animaba a qué tratará de hacer esto y lo otro, pero lo que yo nunca le podría haber dado es esa comprensión que sólo se tiene cuando tú has pasado por lo mismo – como fue el caso de María.
Y tercero y último, vaya chorrada lo de que somos menos machistas porque la desigualdad de salarios entre hombres y mujeres en el mismo puesto se ha reducido – cosa qué, por cierto, no es cierta según UGT.

Así que ahí se quedó la cosa. No llegué a entrar en tanto detalle con Kat, pero vamos, creo que quedó claro que no estamos tan lejos los españoles de los alemanes y al revés. Qué bonito qué estemos tan profundamente unidos – ahora es cuando saco el cartel de sarcasmo.

Aunque, por ser justo, también haré mención a un punto que si puede marcar una diferencia entre las españolas y los alemanas, y es la tradición anarco-feminista que se ha dado en muchas autoras españoles. Según Kat, la mitad de la literatura anarcofeminista que ha encontrado es española. Y, por si alguien tiene interés, algunos de los nombres que me dijo fueron: Lucía Sánchez Sornil, Mercedes Camposada y Amparo Poch y Gascón; fundadoras las tres de la revista anarcofeminista Mujeres Libres en 1936. Disfrutad de la lectura!